"Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a todas las gentes"

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jueves, 23 de diciembre de 2010

¡ Un Niño nos ha nacido ! - Saludo Navideño

Creo que no soy el único preocupado por el acelerado ritmo que se nota en éstos días cercanos a la Navidad. Tantos compromisos "sociales", tantas cenas y reuniones que cada vez son menos sentidas y más superficiales. Y es que aunque ganas nos faltan, como que no se puede dejar de cumplir, para no "quedar mal".

Cuidado y caemos en la trampa y terminamos tomándole fastidio a una fiesta tan importante. No es necesario hacer tanto y aunque no podamos por ahora generar un cambio social, si que podemos empezar por nuestra casa. Olvidemos lo menos importante y démosle espacio a lo que verdaderamente cuenta: estar con Dios y estar en familia.

Que este tiempo nos ayude a revalorizar la amistad y el amor que Dios nos ha regalado y que viene demostrado en la Encarnación de su Hijo. Ese niño es el milagro más grande de la historia, que nos enseña lo importante de un Dios que nace en una familia. No te lo pierdas, no desaproveches ese regalo que tienes en la Iglesia, que tienes en tu hogar.Les deseo, aún a la distancia, con toda la fuerza de mi corazón, una Santa Navidad.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Grandes Catequistas - De los sermones de San Ambrosio, obispo.

VISITACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

Cuando el ángel reveló a María los misterios recónditos de Dios, para fortificar la fe con un ejemplo, habló a la Virgen de la maternidad de una mujer ya anciana y estéril; con ello le quiso demostrar que para Dios no hay nada imposible.

Al oír María este anuncio, llena de gozo y sin demora, partió hacia las montañas, no porque dudara de las palabras del ángel ni porque estuviera incierta de la veracidad del hecho ni porque vacilara ante la realidad del ejemplo, sino porque se sentía impulsada por el deseo de cumplir un deber de piedad, anhelante de prestar sus servicios y presurosa por la intensidad de su alegría.

María es la primera misionera y catequista.
Llena ya totalmente de Dios, ¿a dónde podía dirigirse María con prisa sino hacia las alturas? En efecto, la gracia del Espíritu Santo ignora la lentitud. Los beneficios de María y los dones de la presencia del Señor se manifestaron en seguida, pues, así que Isabel oyó el saludo de María, su criatura saltó de gozo en su seno y ella quedó llena del Espíritu Santo.

Considera la precisión y exactitud de cada una de las palabras: Isabel fue la primera en oír la voz, pero Juan fue el primero en experimentar la gracia, porque Isabel escuchó según las facultades de la naturaleza, pero Juan, en cambio, se alegró a causa del misterio. Isabel sintió la proximidad de María, Juan la del Señor; la mujer oyó la salutación de la mujer, el hijo sintió la presencia del Hijo; ellas proclaman la gracia, ellos, viviéndola interiormente, logran que sus madres se aprovechen de este don hasta tal punto que, con un doble milagro, ambas empiezan a profetizar por inspiración de sus propios hijos.

El niño saltó de gozo y la madre fue llena del Espíritu Santo, pero no fue enriquecida la madre antes que el hijo, sino que, después que fue repleto el hijo, quedó también colmada la madre. Juan salta de gozo y María se alegra en su espíritu. En el momento que Juan salta de gozo, Isabel se llena del Espíritu, pero, sí observas bien, de María no se dice que fuera llena del Espíritu, sino que se afirma únicamente que se alegró en su espíritu (pues en ella actuaba ya el Espíritu de una manera incomprensible); en efecto: Isabel fue llena del Espíritu después de concebir; María, en cambio, lo fue ya antes de concebir, porque de ella se dice: Dichosa tú que has creído.

Pero también vosotros sois dichosos porque habéis oído y creído, pues todo el que cree, como María, concibe y da a luz al Verbo de Dios y proclama sus obras.

Que resida, pues, en todos el alma de María, y que esta alma proclame la grandeza del Señor; que resida en todos el espíritu de María, y que este espíritu se alegre en Dios; porque, si bien según la carne hay sólo una madre de Cristo, según la fe Cristo es fruto de todos nosotros, pues todo aquel que se conserva puro y vive alejado de los vicios, guardando íntegra la castidad, puede concebir en sí la Palabra de Dios.

El que alcanza, pues, esta perfección proclama, como María, la grandeza del Señor y siente que su espíritu, también como el de María, se alegra en Dios, su salvador; así se afirma también en otro lugar: Proclamad conmigo la grandeza del Señor.

El Señor es engrandecido ciertamente, pero no en el sentido de que reciba por medio de nuestras palabras algo que a él le faltaba, sino porque con estas palabras él queda engrandecido en nosotros. En efecto, porque Cristo es la imagen de Dios, cuando alguien actúa con piedad y con justicia engrandece la imagen de Dios -pues todo hombre ha sido creado a su imagen y semejanza- y, al engrandecer esta imagen, también él queda engrandecido por una mayor participación de la grandeza divina.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Aprendiendo de Don Manuel - Más rápidos que el demonio

LA PRISA DEL DEMONIO EN TOMAR POSESIÓN DEL ALMA DE LOS NIÑOS

Muchos que prefieren retrasar el momento de la primera comunión de los niños ponen como argumento el peligro de las comuniones sacrílegas. Se afirma en este caso que al ser tan pequeños recibirían muchas veces la comunión sin estar realmente en gracia de Dios, quizás por falta de preparación o por tener una conciencia poco formada que daría como resultado que se acerquen a comulgar en pecado osea que cometerían sacrilegio.

"A los que aún andan afanados e inquietos con escrúpulos y vacilaciones sobre las comuniones prematuras de los niños y se empeñan en exigirles tantos y más cuantos años de edad y grados de cultura religiosa para que se preparen bien y no cometan sacrilegios, les diré lo que mi experiencia ministerial me viene enseñando." (Beato Manuel)

El Beato Manuel afirma que el problema no es la edad, pues la misma experiencia nos muestra como a más edad, menos inocencia y por tanto mayor malicia. Creo que esto lo hemos visto todos: padre, educadores, sacerdotes y catequistas. El niño mientras más pequeño es más puro, más sincero y muestra una sensibilidad profunda para todo lo espiritual. Basta que en casa se viva la fe y la piedad cristiana, para que el pequeño absorba como esponja la vivencia religiosa familiar.

"De entre los miles de niños y niñas que he tratado, no conozco un solo caso de sacrilegio, aún material, por falta de años o de cultura y en cambio conozco muchos, muchísimos casos de primera comunión sacrílega de niños y sobre todo niñas, por sobra de malicia, verdaderamente iverosímil, en tan menudas edades."(Beato Manuel)

De ahí que nuestro amor a Jesús Sacramentado que nos pidió que dejáramos a los niños ir a Él , nos tiene que mover a buscar caminos para adelantar el día de la primera Comunión. Lo primero es motivar a los padres de familia a iniciar cuánto antes la educación en la fe de sus hijos. Deben de ser parte de las oraciones que se hacen en casa, participar de la Misa dominical (aunque hagan "trastadas") y hablarles de Dios en cada oportunidad posible. Como decía San Pablo "a tiempo y a destiempo". Nosotros como catequistas hemos de ir creando espacios en nuestras parroquias donde desde pequeñitos los acompañemos en el proceso. Ya en muchas partes se hace la "Catequesis Maternal", la "Iniciación Cristiana", la "Pre-catequesis", incluso se puede aprovechar la experiencia de la "Infancia Misionera". Todo siempre con el mismo objetivo: lograr tenerlos listos para comulgar cuánto antes.

"Por eso con toda mi autoridad de obispo y toda mi pena de amigo de Jesús entristecido por sacrilegios de niños y de niñas, digo a los párrocos, padres, maestros y catequistas: “Daos prisa, daos prisa en llevar a vuestros niños a comulgar." (Beato Manuel)

Hay una guerra que se combate y es contra el demonio. Dicen que el "factor sorpresa" suele dar como resultado la victoria. Este sería el caso de ganar porque llegamos primero. No es buena idea dejar pasar el tiempo en lo que a vivir en gracia se refiere. Así como es aconsejable bautizar al niño cuánto antes, también lo es no perder el tiempo en cuánto a la confesión y la comunión se refiere. Si a los siete años se considera que ya pueden cometer pecado, puesto que gozan ya de uso de razón, hay que ayudarles a recuperar la gracia que pierden. No es correcto dejarlos pasar tres años de su vida sin la gracia de Dios. La idea no es acortar la catequesis y que quede muy claro, que mientras más larga mejor, pero sí que podemos iniciarla más temprano y tenerlos preparados para comulgar a los siete años de edad. El peligro de comuniones sacrílegas nos existe, no serán más que cuando comulgan a los 10 años de edad. Y creo por mi experiencia, que probablemente serán menos.

"Educadores y guías de los niños ¡no os dejéis ganar en prisa por el demonio!" (Beato Manuel)

Animo que si nos unimos y ponemos los medios, pronto estaremos logrando un gran cambio. No podemos dejar de lado que son muchos los que promueven la Comunión temprana, entre ellos Benedicto XXVI. Así que a seguir empujando la propuesta y a generar los espacios de catequesis necesarios.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuracatequista

miércoles, 8 de diciembre de 2010

En la Solemnidad de María Inmaculada - De las Oraciones de san Anselmo, obispo

¡OH VIRGEN, POR CUYA BENDICIÓN QUEDA BENDECIDA TODA LA NATURALEZA!

El cielo, los astros, la tierra, los ríos, el día, la noche, y todo lo que se halla sometido al poder y al servicio del hombre, se congratulan, Señora, porque, habiendo perdido su antigua nobleza, ahora han sido en cierto modo resucitados por ti y dotados de una gracia nueva e inefable.

Porque todas estas cosas estaban como muertas, al haber perdido su congénita dignidad de servir al dominio y utilidad de los que alaban a Dios, que para eso habían sido creadas; estaban oprimidas y afeadas por el abuso de los que servían a los ídolos, para los cuales no habían sido creadas. Ahora se alegran como si hubieran vuelto a la vida, porque ya vuelven a estar sometidas al dominio de los que confiesan a Dios, y embellecidas por su uso natural.

Y el Espíritu de Dios te cubrirá con su sombra
Es como si hubiesen saltado de alegría por esta gracia nueva e inapreciable, al sentir que el mismo Dios, su mismo creador, no sólo reinaba sobre ellas de un modo invisible, sino que incluso lo vieron en medio de ellas, santificándolas visiblemente con su uso. Estos bienes tan grandes provinieron a través del fruto bendito del vientre sagrado de la Virgen María.

Por tu plenitud de gracia, lo que estaba en el país de los muertos se alegra al sentirse liberado, y lo que está por encima del mundo se alegra al sentirse restaurado.
En efecto, por el glorioso Hijo de tu gloriosa virginidad, todos los justos que murieron antes de la muerte vivificante de Cristo se alegran al verse libres de su cautividad, y los ángeles se congratulan por la restauración de su ciudad medio en ruinas.

¡Oh mujer llena y rebosante de gracia, con la redundancia de cuya plenitud rocías y haces reverdecer toda la creación! ¡Oh Virgen bendita y desbordante de bendiciones, por cuya bendición queda bendecida toda la naturaleza, no sólo la creatura por el Creador, sino también el Creador por la creatura!

Dios, a su Hijo, el único engendrado de su seno igual a sí, al que amaba como a sí mismo, lo dio a María; y de María se hizo un hijo, no distinto, sino el mismo, de suerte que por naturaleza fuese el mismo y único Hijo de Dios y de María. Toda la naturaleza ha sido creada por Dios, y Dios ha nacido de María. Dios lo creó todo, y María engendró a Dios. Dios, que hizo todas las cosas, se hizo a sí mismo de María; y de este modo rehizo todo lo que había hecho. El que pudo hacer todas las cosas de la nada, una vez profanadas, no quiso rehacerlas sin María.

Dios, por tanto, es padre de las cosas creadas y María es madre de las cosas recreadas. Dios es padre de toda la creación, María es madre de la universal restauración. Porque Dios engendró a aquel por quien todo fue hecho, y María dio a luz a aquel por quien todo fue salvado. Dios engendró a aquel sin el cual nada en absoluto existiría, y María dio a luz a aquel sin el cual nada sería bueno.

En verdad el Señor está contigo, ya que él ha hecho que toda la naturaleza estuviera en tan gran deuda contigo y con él.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Para los que se creyeron lo del 2012 - De San Efren diácono

ESTAD PREPARADOS, CRISTO VENDRÁ NUEVAMENTE

Creo que mucha gente todavía sigue convencida de que cualquiera puede presagiar cuando será el día del Juicio final. Recuerdo toda la ansiedad que causó la llegada del año 2000. Muchísimos estaban convencidos de que sería ese el último día, y de eso han pasado 10 años. Ahora nos quieren asustar diciendo que será en el 2012, según ellos por alguna "profecía maya". Les comparto esta catequesis de un santo diácono, como para que no se dejen alarmar y puedan también animar a sus catequizandos. Aprovechemos el adviento para prepararnos, sin miedo y con esperanza.
"Para que los discípulos no le preguntaran sobre el tiempo de su venida, Cristo les dijo: Por lo que se refiere a aquella hora, nadie sabe nada; ni los ángeles del cielo ni siquiera el Hijo. No toca a vosotros conocer el tiempo y la ocasión. Lo ocultó para que estemos prevenidos y para que cada uno de nosotros piense que ello puede tener lugar en su propio tiempo. Pues si Cristo hubiera revelado el día de su venida, ésta se hubiera tornado un acontecimiento indiferente y ya no sería un objeto de esperanza para los hombres de los distintos siglos. Dijo que vendría, pero no dijo cuándo, y por eso todas las generaciones y épocas lo esperan ansiosamente.

Aunque el Señor estableció las señales de su venida, sin embargo, en modo alguno conocemos con exactitud su término; pues estas señales aparecen de muy distintas maneras y pasan, y algunas de ellas todavía perduran. Con la última venida pasará algo semejante a lo que pasó con la primera.

Así como los justos y los profetas esperaron al Mesías pensando que se había de manifestar en su tiempo, también hoy cada uno de los cristianos desea que llegue ep sus propios días. Cristo no reveló el día de su venida, principalmente por esta razón: para que todos comprendieran que aquel a cuyo poder y dominio están sometidos los números y los tiempos no está sujeto al destino ni a la hora. Pero el que desde toda la eternidad había determinado este día y describió detalladamente las señales que lo precederían ¿ cómo podía ignorarlo? Por eso con aquellas palabras invitó a considerar sus señales, para que, desde entonces y para siempre, las generaciones de todos los siglos pensaran que su venida podría acontecer en su tiempo.

Estad en vela, porque cuando el cuerpo duerme es nuestra naturaleza la que domina y obramos no guiados por nuestra voluntad, sino por los impulsos de nuestra naturaleza. Y cUando un pesado sopor, por ejemplo, la pusilanimidad o la tristeza, domina al alma, ésta es dominada por el enemigo y, bajo los efectos de ese sopor, hace lo que no quiere. Los impulsos dominan a la naturaleza y el enemigo al alma.

Por lo tanto, el Señor recomendó al hombre la vigilancia de todo su ser: del cuerpo, para que evitara la somnolencia; del alma, para que evitara la indolencia y la pusilanimidad, como dice la Escritura: Despertaos, como conviene; y: Me levanté y estoy contigo; y también: No desfallezcáis. Por eso, investidos de este ministerio, no sentimos desfallecimiento."