"Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a todas las gentes"

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sábado, 27 de febrero de 2010

Catequesis Sobrenatural


A todos nos puede haber sucedido el tener que escuchar a algún hermano que nos cuenta cómo , alguna vez en el pasado, sirvió en la Iglesia como catequista. La verdad es que, como lo habíamos puesto ya en el primer artículo, son muchos los pretextos y las explicaciones para no ser catequista o para dejar de serlo. Sin embargo creo que todas se podrían resumir en una sola: nunca fue una catequesis sobrenatural.

Nosotros somos hijos de la Luz, de la Gracia y esa es la mayor diferencia, lo que nos distingue. Los sacramentos son canales por medio de los cuales, la Gracia de Dios nos llega, desde la Cruz, que es donde Cristo nos la ganó, por medio de su sacrificio. Todo nuestro ser y hacer, por los tanto, deben de fluir desde y hacia la Cruz, con y por la Gracia.

Cualquier actividad, sea profesional, familiar o ministerial, es realizada bajo el poder de la Gracia, se puede llamar sobrenatural, pues Dios también participa de ella. El cristiano que estudia, trabaja o sirve en cualquier manera, en estado de Gracia, ha sobrenaturalizado lo que hace. Esto es lo que hace que su labor tenga no sólo frutos aquí, sino sobretodo méritos en el Cielo.
Si un catequista realiza su ministerio en Gracia de Dios, realiza una catequesis sobrenatural. Los frutos serán:

- No se cansará (moralmente, porque físicamente es imposible no cansarse). No le faltará el ánimo, ni la alegría. Será capaz de perseverar aún con incomprensiones o dificultades.

- Su catequesis dará frutos espirituales, es decir, que esos catequizandos recibirán una educación de la fe que vendrá, no como una lección de matemáticas, sino como un verdadero testimonio de vida cristiana.

Puedo dar testimonio de muchos, hombres y mujeres, jóvenes y niños, que son catequistas como una respuesta a la Gracia que han recibido de Dios. Esto hace que el ministerio de la catequesis se asuma como una vocación y no como un hobbie pasajero.
Les invito, en este tiempo de Cuaresma, a revisar si realmente estamos haciendo una Catequesis Sobrenatural.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuracatequista

lunes, 22 de febrero de 2010

Todos Catequistas

Hay que dar catecismo a todos y mientras más mejor y en todas las formas que la conciencia, el celo y el ingenio nos dicten porque quedan muchos laicos y muchos emboscados, y la salvación completa no puede venir sino del catecismo bien sabido y practicado.


Y aquí aparece el PERO de todas las buenas obras. Pero ... es que yo estoy tan ocupado ... sé tan poco Catecismo ... me doy tan malas trazas para enseñar ... tengo tan poca paciencia para los niños ... mis achaques ... mi cargo ... mi ...

A pesar de todos los peros,

Repito:

¡Todos catequistas!

¿Cómo?

En muy pocas palabras respondo.

Como hay catecismo mayor, medio y menor según los años y grados de cultura de los que lo han de recibir, propongo aquí un nuevo grado de catecismo mínimo para uso activo de toda clase de católicos ... católicos chicos y grandes, listos y torpes, ocupados y desocupados, sanos y enfermos.

Tan mínimo es el programa, que se puede reducir a sólo tres cuestiones, a saber:


1.- Un católico enseña catecismo siempre que obra como católico.

2.- Un católico enseña catecismo siempre que habla como católico, y

3.- Un católico enseña catecismo siempre que se interesa por los que se dedican a enseñarlo, ayudándoles con su dinero, poco o mucho, con su trabajo personal perseverante, con sus oraciones y de todos los modos que pueda.


Beato Manuel González

(tomado de "Todos Catequistas")