La semana pasada comencé a catequizar un grupo de
adultos jóvenes. Esta sería la quinta vez que hago la experiencia. Es un grupo
bastante homogéneo en lo que respecta a edad, pues casi todos tienen entre 18 y
20 años. Quisiera compartir algunas reflexiones al respecto, siempre desde mi
experiencia personal, que puedan serles útiles en casos similares.
- - Primer
punto a favor de tener catequizandos de esa edad es que asisten porque propia
decisión y convencidos de lo que quieren. Ustedes y yo sabemos que con los
niños no sucede siempre así y mucho menos con los adolescentes. Educar en la fe
a adultos jóvenes ofrece la ventaja de una buena disposición a la hora de
aprender.
- - Esa
misma ventaja viene unida a una que yo no llamaría desventaja sino más bien
desafío. En nuestra realidad sudamericana tenemos la influencia protestante por
doquier y un adulto que no ha sido catequizado tendrá seguramente muchas
confusiones e interrogantes sobre los consabidos temas que promueven los
hermanos de las sectas. Eso se convierte en un desafío porque el catequista se
convierte en apologeta, en defensor de la fe, lo que exige invertir más tiempo
y mayor preparación.
- - Otro
desafío con un grupo así es el tema vocacional. Desafío porque no es fácil,
aunque se convierte en una prioridad cuando de educar en la fe se trata. Animar
al discernimiento vocacional a los adolescentes es importantísimo, pero a los
adultos jóvenes les toca ya decidirse, por lo tanto es imprescindible que el
catequista se prepare para poder orientarles adecuadamente. Como sugerencia
diría que es conveniente hacerse ayudar de un sacerdote que participando aunque
sólo sea en un encuentro de catequesis, podrá iluminarles mucho y animar a
aquellos que tengan inquietud hacia el sacerdocio. Lo mismo se puede afirmar
con respecto a las jovencitas, invitando a una religiosa.
Ya me quedó un poco larga ésta entrega, la próxima
semana les comparto un poco más sobre el mismo tema. Espero que les sirva y les
anime a catequizar a los adultos, que aunque sea un reto es igual de hermoso
que educar en la fe a los niños.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuracatequista
No hay comentarios:
Publicar un comentario