Muchas son las cualidades que debe poseer un catequista para poder
desarrollar su ministerio con fruto. Dona Manuel González, un catequista hasta
la médula, nos habla sobre una que él considera imprescindible: la
adaptabilidad.
«La ley general de todo
apostolado la expresó el gran apóstol san Pablo en aquellas conocidas palabras
de que hay que hacerse todo para todos para ganar a todos para Jesucristo.
Llorar con el que llora, reír con el que ríe, subir con el que sube, bajar con
el que baja, es el medio más eficaz para llegar al corazón de los demás y
conquistarlo.
La gran condición del conquistador de
corazones es la adaptabilidad de carácter».
«¡La
adaptabilidad! Pero ¿os habéis fijado en lo que significa, y sobre todo, en
lo que exige esa palabra?
Porque adaptabilidad no significa debilidad
o inconsistencia de carácter, de modo que esté uno al viento que más sople, ni
es tampoco dulzonería o romana del diablo o vista gorda para dejar pasar
carros y carretas».
«Adaptabilidad es darse sin
entregarse, es poner en la cara y en el gesto y en la palabra y en la obra lo
que naturalmente no se tiene gana de poner; es tirar la red al agua y a uno
mismo, si es preciso, sin ahogarse; es tratar a cada cual no por los méritos
propios, ni por la simpatía que inspire, ni por las ventajas que traiga, sino
sólo por lo que representa; es meterse en el fango, si hace falta, y no
mancharse; es enfadarse, si es necesario, y no pecar; es tragar mucha saliva y
mucha hiel y poner la cara del que paladea la miel...
¡Vaya si es difícil y hasta heroica la
adaptabilidad!
Pero no se olvide: tan necesaria y tan
fructuosa como difícil».
(Beato Manuel González, Obras
Completas, 3741-3743)
Partiendo
de ésta importante virtud del catequista y del apóstol, Don Manuel clasifica a
los mismos en tres tipos: de esponja, de cristal y de goma. Para poder saber si
eres un catequista de esponja o si eres uno de cristal, tendrás que esperar hasta
la próxima publicación. Mientras tanto procura practicar adquirir la
adaptabilidad de carácter.
P.
César Piechestein
elcuracatequista
Gracias, Padre César por compartir sus conocimientos y experiencias en la catequesis. Gracias a este blog pude conocer al Beato Manuel González, y su misión de llevar a Jesús a los demás.
ResponderEliminarQue María los bendiga!
Un abrazo!