"Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a todas las gentes"

Páginas

martes, 4 de enero de 2011

Catequesis con cuentos

Uno de los elementos que sirven como instrumento pedagógico de la catequesis es el realto. Sirven para este fin las fábulas, cuentos, anécdotas y cualquier relato al que se le pueda sacar una enseñanza. Les comparto esta pequeña historia que encontré hace unos días:
Hace mucho tiempo, en una región rural de nuestro país, cuenta la historia que los habitantes de una noble población, durante las fiestas de Navidad, en plena efervecencia decembrina, se pusieron de acuerdo para hacer un majestuoso nacimiento, muy típico, muy tradicional ...

Ni tardos, ni perezosos, todos ellos fueron a sus casas y comenzaron a traer lo que creían que era adecuado:

¡Que no nos olvidemos del Niño!
- Un hermoso Portal, hecho de madera de pino, fresquecito y muy bien barnizado.
- Un pesebre decente, con paja real.
- Los peregrinos, recién pintados y con finas expresiones.
- Animalitos de todo tipo, grandes y pequeños.
- Heno, musgo, arena... todo lo necesario para recrear selvas, bosques, desiertos...
- Pastores y pastoras, en las más variadas situaciones.
- Un hermitaño, leyendo las Escrituras.
- Un infierno terrorífico, con sus diablitos y toda la cosa.
- Un firmamento lleno de estrellas, y angelitos colgando con hilos trasparentes.
- Un río "natural", una fuente, un pozo...

Todo era hermoso; llenaron mucho espacio, y la gente estaba muy contenta, pero... un pequeñito apuntó cuando la obra parecía terminada:

¿Y dónde está el Niñito Dios?

Entonces, los adultos, llenos de vergüenza, no supieron qué contestarle...

Así nos puede suceder cuando nos empeñamos tanto en prepararnos para la Navidad con regalos y banquetes, adornos y arbolito ... y hasta el pesebre. Todo esto siempre será menos importante que celebrar la Encarnación del Hijo de Dios. Ayudemos a nuestros catequizandos a encontrar el sentido de la Navidad y de todas las fiestas religiosas. Que la alegría del encuentro familiar y de la celebración no los alejen del encuentro personal con el Niño Dios.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuracatequista

1 comentario:

  1. Uno de las lecciones que no podemos descuidar cuando se trata de educar en la fe, es la importancia del testimonio de vida. Ser cristiano significa también ser testigo de Cristo, propagar el cristianismo a través de nuestro ejemplo. Nos toca, como catequistas, dar a nuestros catequizandos buen ejemplo y enseñarles también el impacto que nuestro comportamiento tiene en la vida de los demás.
    Hemos de enseñarles que nuestro mal ejemplo puede inducir a otros al pecado, esto es, enseñarles lo que es el pecado de escándalo. Pero no podemos quedarnos ahí, porque la educación debe ser positiva. Por eso hemos también de enseñarles lo que significa el testimonio de vida cristiana y cómo es que el ejemplo arrastra, mientras las palabras sólo pueden llegar a convencer. Está muy bueno y práctico. Optimo para que el mensaje cale en los corazones.

    ResponderEliminar