"Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a todas las gentes"

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domingo, 30 de octubre de 2011

Grandes Catequistas - Del Diálogo de santa Catalina de Siena sobre la divina providencia

CUAN BUENO Y CUAN SUAVE ES, SEÑOR, TU ESPÍRITU PARA CON TODOS NOSOTROS

El Padre eterno puso, con inefable benignidad, los ojos de su amor en aquella alma y empezó a hablarle de esta manera:
Santa Catalina de Siena.

«¡Hija mía muy querida! Firmísimamente he determinado usar de misericordia para con todo el mundo y proveer a todas las necesidades de los hombres. Pero el hombre ignorante convierte en muerte lo que yo le doy para que tenga vida, y de este modo se vuelve en extremo cruel para consigo mismo. Pero yo, a pesar de ello, no dejo de cuidar de él, y quiero que sepas que todo cuanto tiene el hombre proviene de mi gran providencia para con él. Y así, cuando por mi suma providencia quise crearlo, al contemplarme a mí mismo en él, quedé enamorado de mi creatura y me complací en crearlo a mi imagen y semejanza, con suma providencia. Quise, además, darle memoria para que pudiera recordar mis dones, y le di parte en mi poder de Padre eterno.

Lo enriquecí también al darle inteligencia, para que en la sabiduría de mi Hijo comprendiera y conociera cuáles mi voluntad, pues yo, inflamado en fuego intenso de amor paternal, creo toda gracia y distribuyo todo bien. Di también al hombre la voluntad, para que pudiera amar y así tuviera parte en aquel amor que es el mismo Espíritu Santo; así le es posible amar aquello que con su inteligencia conoce y contempla.

Esto es lo que hizo mi inefable providencia para con el hombre, para que así el hombre fuese capaz de entenderme, gustar de mí y llegar así al gozo inefable de mi contemplación eterna. Pero, como ya te he dicho otras muchas veces, el cielo estaba cerrado a causa de la desobediencia de vuestro primer padre, Adán; por esta desobediencia vinieron y siguen viniendo al mundo todos los males.

Pues bien, para alejar del hombre la muerte causada por su desobediencia, yo, con gran amor, vine en vuestra ayuda, entregándoos con gran providencia a mi Hijo unigénito, para socorrer, por medio de él, vuestra necesidad. Y a él le exigí una gran obediencia, para que así el género humano se viera libre de aquel veneno con el cual fue infectado el mundo a causa de la desobediencia de vuestro primer padre. Por eso, mi Hijo unigénito, enamorado de mi voluntad, quiso ser verdadera y totalmente obediente y se entregó, con toda prontitud, a la muerte afrentosa de la cruz y con esta santísima muerte os dio a vosotros la vida, no con la fuerza de su naturaleza humana, sino con el poder de su divinidad.»

sábado, 22 de octubre de 2011

Catequesis con cuentos - La importancia del ejemplo

Uno de las lecciones que no podemos descuidar cuando se trata de educar en la fe, es la importancia del testimonio de vida. Ser cristiano significa tambie´n ser testigo de Cristo, propagar el cristianismo a través de nuestro ejemplo. Nos toca, como catequistas, dar a nuestros catequizandos buen ejemplo y enseñarles también el impacto que nuestro comportamiento tiene en la vida de los demás.
Hemos de enseñarles que nuestro mal ejemplo puede inducir a otros al pecado, esto es, enseñarles lo que es el pecado de escándalo. Pero no podemos quedarnos ahí, porque la educación debe ser positiva. Por eso hemos también de enseñarles lo que significa el testimonio de vida cristiana y cómo es que el ejemplo arrastra, mientras las palabras sólo pueden llegar a convencer.

Les comparto esta pequeña historia que creo nos puede servir muy bien para enseñar esta lección tan importante:

La Gota de lluvia

"Hacía tiempo que no llovía... la sequía "ganaba terreno"... los pastos estaban palideciendo y muriendo, poco a poco, a lo largo de las tristes hectáreas de un poblado muy lejano...

Don Pepe, recio y experimentado agricultor, había depositado toda su confianza en la siembra... apenas si su trabajo rendía para subsistir el año y no podía "darse el lujo" de perder su única esperanza...


Bien sabía que su esfuerzo era necesario, pero mucho más la fe en su Creador... Así que rogó, desde el fondo de su corazón, que cayera la lluvia suficiente para alimentar a sus hijos, a su esposa, a quienes esperaban su cosecha... Esperaba y esperaba... y no se cansaba de esperar...

Un buen día pasó por allí una nubecita feliz... volaba sin rumbo fijo, dejándose llevar por los vientos... Don Pepe miró hacia el cielo y su confianza se "activó"...

En la nube jugaban millones y millones de gotitas de agua... seguras y alegres, sin ninguna preocupación... pero una de ellas volteó hacia la tierra, y vio los campos, y vio a Don Pepe... y se puso muy triste...

Sabía que ella era una simple "gota de agua", que apenas podría humedecer un milímetro de aquellas áridas tierras, que su esfuerzo podría no surtir ningún fruto... pero se decidió, y renunciando a su seguridad, se despidió de sus compañeras y se dejó caer...

Al ver su ejemplo, las demás comprendieron que "hay que morir para dar vida", y la siguieron... y la tierra se fertilizó, y los frutos llegaron, y aquella región volvió a sonreír...

Y la gota de agua... podría tener tu nombre..."

Dicen que "Una golondrina no hace verano" pero es verdad que una debe ser la primera y que las demás la seguirán después. No podemos pasar indiferentes y quedarnos de brazos cruzados pensando que somos poca cosa y que nada cambiará. Somos instrumentos de Dios  y Él siempre ha hecho grandes cosas, basta dejarnos guiar por Él.

P. César Piechestein
elcuracatequista

miércoles, 5 de octubre de 2011

Orientar a los catequizandos - Los "Por qué" de la catequesis

Jesús es el Buen Pastor, que conoce a sus ovejas y las llama por su nombre. Ellas reconocen su voz y lo siguen. Es precisamente ésta imagen del pastor la que nos lleva a afirmar que el catequista debe procurar desarrollar un sano interés por cada uno de sus catequizandos. Vincularse, involucrarse, adentrarse en la vida de las almas que se nos han confiado, es parte importante del proceso de educación en la fe.

A todos seguramente nos ha sucedido a lo largo de nuestro proceso de educación, el toparnos con un maestro que fue más allá del deber de dictar su materia. Son esos educadores los que hacen la diferencia en sus discípulos. No se conforman con impartir conocimientos académicos, sino que procuran orientar y formar para la vida. Un catequista deberá hacerla, precisamente porque como agente de pastoral, como educador en la fe, está llamado a acompañar al catequizando, a guiarlo en sus primeros pasos en la vida espiritual.

No lo podemos considerar una tarea simple, porque no lo es. Pero también es cierto que todo lo grande empieza pequeño. Hemos de iniciar por desarrollar un sincero interés por la vida de cada uno de nuestros chicos. Preocuparnos de saber sobre su situación familiar, sus aspiraciones y sueños. Este sano interés hará surgir en ellos confianza, porque descubrirán que nos preocupamos por ellos. El simple hecho de preguntarles cómo están y prestarles atención, tendrá ya un impacto positivo en su estado de ánimo.

Todos sabemos que la situación de la sociedad actual está cada vez convulsionada y las víctimas más afectadas son precisamente los más pequeños. Es ahí donde debemos intervenir como evangelizadores, como orientadores, ayudándoles a comprender y sobre todo a descubrir el camino a la luz de la fe. Y será siempre a través de la Palabra de Dios, sobre todo del Evangelio, que podremos guiarles. Además podemos hacer de puente entre ellos y el sacerdote, que es quien funge en la comunidad como padre y pastor.

 La oración, la escucha atenta, la preocupación sincera y una recta intención nos permitirán influenciar positivamente en la vida de esos pequeños que, la Iglesia y Jesús nos han confiado.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuracatequista

martes, 4 de octubre de 2011

RETIRO ESPIRITUAL
(para jóvenes y adultos)
"TU PROYECTO DE VIDA CON CRISTO"

Fecha: Domingo 9 de octubre 2011
Hora: De 8:00 a 16:00 (Santa Misa a las 7:00)
Lugar: Parroquia San Esteban, Guangala-Guayaquil
Llevar: Biblia, cuaderno, pluma y lunch