Evangelización y educación de la fe son dos cosas distintas, pero que van de la mano. Hoy en día no podemos pensar que nuestros niños llegan al catecismo para ser educados en la fe, pues muchos de ellos carecen de la fe práctica. Son víctimas de la secularización que ha invadido sus hogares y a sus mismos padres. Familias donde no se reza, donde rara vez se participa de la Santa Misa, donde muchos de éstos pequeños no han visto nunca comulgar a sus padres. Frente a ésta situación nos toca evangelizarlos, para luego poder enseñarles la doctrina cristiana. Hemos de presentarles a Cristo, para a continuación enseñarles su mensaje.
Este es el reto más grande de la catequesis contemporánea, hacer que la catequesis y la evangelización sean conjugadas en nuestros encuentros y la verdad es que no es un reto totalmente nuevo. Ya el Beato Manuel González, como obispo de Málaga afirmaba:
"Queréis que los niños -y cuando hablo de niños en esta materia diviso muchas y numerosas clases de niños-, ¿queréis, repito, que los niños vean la doctrina? Dadles más historias de Evangelio que lecciones de texto de catecismo, procurad que conozcan primero quién fue Jesús, qué hizo, en dónde vivía y en dónde sigue viviendo y después lo que enseñó con su palabra."(Dichos, hechos y lecciones)
Ya es común que en muchas parroquias se les pida a los niños que lleven, además del libro de catecismo, una Biblia o el Evangelio. Además en el texto se nos ofrecen citas bíblicas que nos ayudan a familiarizar al niño con la Palabra de Dios, pero eso sólo no basta. No podemos pensar que con ayudarles a tener contacto con la Biblia ya hemos logrado llevarlos a Jesús.
"Las ideas, por muy santas que sean, es menester entenderlas muy a fondo para amarlas; las personas, cuando son buenas, basta conocerlas un poco para quererlas. Se ha olvidado, desgraciadamente, que no son los mejores cristianos los que mejor saben teología, sino los que más firmemente creen y más lealmente se unen y aman a Jesús."(Dichos, hechos y lecciones)
No se trata de convertir nuestros encuentros catequéticos en cursos bíblicos, sino de presentarles a Cristo, al Verbo encarnado. Y para eso lo primero y más importante es que nosotros, catequistas, lo conozcamos. ¿Conoces y amas a Jesucristo?
Me da mucha pena encontrarme tantas veces con cristianos que no han leído los Evangelios. Cómo conocer a Jesús si no has leído lo que está escrito de su vida, de sus obras, de sus palabras. Y es que nadie da lo que no tiene. Sólo un catequista que esté familiarizado con el Evangelio podrá evangelizar, será capaz de leer y contar las historias ahí contenidas. Siendo un enamorado de Cristo, podrá hablar de Él con autoridad, porque lo conocerá.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuracatequista
No hay comentarios:
Publicar un comentario